Versión 21-10-2021 Como en la mayoría de las familias españolas durante la postguerra en la dictadura franquista, en la nuestra, tampoco se hablaba de la guerra. O tal vez es la percepción que tengo desde el momento actual. Un niño sólo suele prestar atención a sus juegos, y los jóvenes están demasiado ocupados en rebelarse, como para mostrar interés por asuntos de adultos. Siendo niño, todo en mi entorno funcionaba. Yo no tenía consciencia de que faltara alguien. Los sábados, desde que tengo noción, comía en casa de mis abuelos, Félix y Felisa. Mi abuela regentaba un puesto de fruta en La Plaza, y mi abuelo trabajaba en la planta inferior, como contable de un asentador de fruta. Era yo muy pequeño cuando mi madre me llevaba al mercado, me dejaba al cuidado de mi abuela, y yo entonces me deslizaba por la balaustrada de granito hacia la planta inferior en busca de mi abuelo. Luego, cuando terminaba sus tareas salíamos camino de la casa, rodeando la catedral, y al llegar a la altura
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